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CONSEJOS PARA PREVENIR RIESGOS Y ACCIDENTES LABORALES

1.- Plantilla y organigrama eficaz

La base de la seguridad en el desempeño del trabajo consiste en que cada empleado sepa desarrollar su labor a la perfección, siendo formado y capacitado para ello.

Aquellas empresas que negligentemente destinan empleados de ciertos departamentos a otros por falta de personal, potencian este tipo de accidentes producidos por el desconocimiento.

2.- Motivación constante

Un entorno de trabajo gris y en el que los empleados se ven reducidos a “piezas de la maquinaria sin más”, produce que el trabajo se haga con desgana, mecánicamente y sin prestar atención a los pequeños detalles.

Por otra parte, no tenemos que pensar en riesgo laboral como daño físico: la depresión, el estrés y otras enfermedades causadas por estos entornos también causan riesgos y bajas.

Cursos de motivación y liderazgo, fomentar prácticas como el mindfulness, el coaching y el trabajo en equipo ayudarán a crear el ambiente óptimo.

3.- Negación ante condiciones inseguras o estresantes

Ante una situación que pueda conllevar el mínimo peligro, mejor no realizar el trabajo y notificar el motivo a dirección para que se pueda solventar cuanto antes.

Muchos de los accidentes laborales se producen cuando creemos que estamos capacitados para afrontar ciertas situaciones que realmente nos superan o no se desarrollan en el entorno adecuado.

4.- Conocimiento máximo de la directiva

La dirección empresarial y sus representantes departamentales deben conocer el entorno y las condiciones en las que trabaja cada empleado, así como supervisarlas cada cierto tiempo.

Los cursos de reciclaje, el mantenimiento de maquinaria, herramientas y sistemas de trabajo y el acceso a la información y cursos ofrecidos por el delegado de prevención de riesgos laborales, deben ser constantes, obligatorios y periódicos.

5.- Descanso frecuente

Cerca de un 50% de los accidentes laborales se producen por despistes o baja atención producida por, entre otros motivos, la falta de sueño o descanso. Lo que significa que se podrían reducir a la mitad los riesgos laborales si se faculta a cada empleado que acuda a su puesto descansado y pare cuando lo vea conveniente si no se encuentra en condiciones óptimas.

Estas facilidades deben venir impuestas desde la dirección y facilitadas al máximo, ya que el temor a no resultar productivos o a incumplir en los procesos son otra de las fuentes de accidentalidad y estrés laboral.